Hubo un tiempo, antes de 1999, en el que pedir un gin tonic era contrario al buen gusto. Fue entonces, después de otro insípido y mal servido gin tonic, cuando Martin Miller y sus dos amigos decidieron revolucionar el mundo de la ginebra…
“Voy a hacer mi propia ginebra. Una ginebra hecha con el corazón donde el tiempo y el dinero no sean problema. Buscaremos al mejor destilador de Inglaterra, obtendremos los mejores botánicos y, lo más importante, iremos en busca del agua más pura, esté donde esté «. dijo Martin Miller.
«Estás loco», respondieron sus amigos, «Hagámoslo».
DESTILADO EN INGLATERRA CON AGUA PURA DE ISLANDIA. Un matrimonio de conveniencia y buen gusto donde la experiencia inglesa y la pureza de Islandia se unen ofreciendo lo mejor de ambos mundos.
Martin Miller apostó por un conjunto de botánicos equilibrado y muy bien escogido, seleccionados por su calidad, donde quiera que se encuentren, y no por su procedencia.
Desafiamos la tradición destilando por separado los botánicos cítricos y terrosos, conservando solo el corazón de ambos destilados. De esta forma, obtenemos un sabor más equilibrado y suave.
Mezclamos el destilado final con un agua como ninguna otra. Tan pura que no requiere tratamientos ni desmineralización, ofreciendo a la marca su famoso aroma y suavidad en boca.
BOTÁNICOS:
Piel de naranja y limón (de ahí su sabor y aroma cítricos), canela, cilantro, nuez moscada, regaliz, cassia y angélica.
NOTA DE CATA:
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